CONVOCATORIA Seminario-Taller para Comunicadores sobre Comercio Justo y Solidario



La Red de Comercio Justo del Sur y el Colegio de Periodistas de la Región de la Araucanía tienen el agrado de invitar a los comunicadores y periodistas de medios de esta región a un exclusivo Seminario-Taller de capacitación sobre Comercio Justo y Solidario.

Esta capacitación se realizará el sábado 23 de junio de 10.00 a 13.00 hrs., en el Café Cónclave, ubicado en Vicuña Mackenna 671 1-A en Temuco.

El Seminario-Taller es sin costo y contempla:
· Exquisita degustación culinaria
· Exhibición de productos de Comercio Justo
· Entrega de Certificación para los participantes, avalada por el Colegio de Periodistas de la Región de la Araucanía.

La invitación está abierta a todos los comunicadores y representantes de medios interesados.

El Comercio Justo es un movimiento social y económico que convoca a millones de personas del mundo a favor de un comercio diferente que realmente favorezca a los productores excluidos y marginados. El sur de Chile su une hoy a Europa, Norteamérica, África, Asia y Latinoamérica con esta esperanza.


Favor confirmar asistencia antes del jueves 21 a:

Johanna Pérez Vega
Fundación Chol Chol
Fono: 614.007 / 614.008 / 9770.8019
Correo: jperez@cholchol.org

La Economía Solidaria en Foro Ciudadano

El jueves 19 de abril, la periodista Vicky Quevedo, del programa radial Foro Ciudadano, visitó el sur de nuestro país para realizar su programa centrado en la Economía Solidaria. Para ello, entrevistó a Pamela Ríos, representante de la Red de Comercio Justo del Sur, a Pablo González, representante de la Red de Socioeconomía Solidaria, y a Cristina Doty, manager de la empresa Herbal Chile. Una amena conversación permitió explicar de qué se trata este movimiento y su aplicabilidad cotidiana.

Foro Ciudadano es un programa radial que se emite en 85 radios en todas las regiones de Chile y un periódico electrónico (http://www.forociudadano.cl/) donde se publican reportajes sobre los temas tratados en la radio, entre otros contenidos, y se suben los audios de los programas. El programa reúne a tres invitados, es conducido por Vicky Quevedo y dura treinta minutos.

A continuación, transcribimos la información que aparece en el sitio de Foro Ciudadano sobre esta entrevista.

Si desea ir directamente al sitio web de Foro Ciudadano y a la grabación haga clic aquí: Entrevista y Audio.

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Economía solidaria y comercio justo: La alternativa equitativa al modelo económico

El actual modelo de intercambio económico que se usa entre países, instituciones y personas, si bien ha sido muy beneficioso para algunos, también ha provocado enormes desigualdades y gravísimos problemas sociales en sectores del planeta menos favorecidos, como América Latina. Sólo pueden acceder a productos y servicios, es decir, a satisfacer sus necesidades básicas, quienes tienen el dinero para hacerlo. Asimismo, como este sistema de mercado tiene entre sus objetivos la acumulación, se generan enormes concentraciones de riquezas en unos pocos y altos índices de pobreza para muchos.

Ante esta situación, movimientos de diversos rincones del planeta comenzaron a aplicar un nuevo referente para las transacciones comerciales: la economía solidaria. Un concepto que surge con la explosión de los movimientos mutualistas, cooperativos y asociativos del siglo XIX en Europa, pero que en realidad ha estado presente en la forma en que los seres humanos intercambian productos y servicios desde los comienzos de la Humanidad.

Esta alternativa a los modelos económicos busca recuperar la ética y la dimensión humana en las relaciones comerciales que contribuyan a mejorar la calidad de vida y dignificar el trabajo de pequeños productores y artesanas que, por encontrarse en la primera etapa de la cadena de producción, están es situaciones de desventaja y, muchas veces, de injusticia. A la vez, busca fomentar el consumo responsable e impone criterios mínimos para las relaciones comerciales, como la no explotación de las y los trabajadores, el respeto por el medio ambiente y hacer que las personas se sientan responsables de su propio desarrollo. Todo esto, en el contexto de las distintas culturas y realidades en que se aplique.

“Volver a situar la economía desde los principios sociales, es centrarla al servicio del ser humano y del bienestar humano. Muchas de las expresiones económicas que existen a nivel comunitario tienen esa connotación. Cuando se hace un trafkintu (ceremonia mapuche de intercambio de productos y conocimientos), cuando hay una colaboración, una reciprocidad entre dos personas o dos familias, cuando hay un mingaco (fiesta campesina donde se reúnen varios a cosechar el trigo de uno), ahí hay economía solidaria”, explica Pablo González, miembro del directorio de la ONG GEDES y de REDESOLES, organizaciones enfocadas al desarrollo de estos conceptos.

El experto acota que en incluso nuestra vida cotidiana se producen claras expresiones de economía solidaria, por ejemplo, cuando una madre amamanta a sus hijos o cuando realiza labores domésticas que posibilitan el desarrollo de la familia.

“Hay que volver a situar el trabajo desde esa valoración, no solamente desde el punto de vista del capital o lo que se puede conseguir o acumular. Día a día nosotros nos encontramos que economía solidaria existe en nuestra vida”, afirma González.

Otra cosa es con guitarra

Pero además de las expresiones cotidianas economía solidaria que se pueden encontrar en comunidades o familias, hace más de 50 años que en el mundo existen organizaciones que buscan llevar a la práctica estos conceptos a través de lo que se denomina comercio justo.

En el marco de la Alianza para el Progreso, un programa de ayuda económica y social de Estados Unidos para América Latina efectuado entre 1961 y 1970, que buscaba contrarestar los efectos de la revolución cubana, surge el slogan Trade No Aid (Comercio No Ayuda), que tiene por objetivo cambiar las políticas asistencialistas del norte hacia el sur por la generación de oportunidades a través de relaciones comerciales más equilibradas, considerando las grandes desigualdades que existen entre ambas realidades.

“En un principio fue relaciones norte-sur. Implicó desarrollar relaciones comerciales y desde el norte mirar al sur. Con el tiempo decidimos que es mucho más que vender a Europa y Estados Unidos, es una apuesta por establecer relaciones comerciales justas y equitativas. En la actualidad hay relaciones norte – sur, pero también importantes relaciones sur-sur, a nivel local y latinoamericano”, expone Pamela Ríos, directora ejecutiva de la Fundación Chol Chol, organización que desde la Región de la Araucanía pone en práctica estos conceptos.

En 50 países del mundo existen agrupaciones de comercio justo que han instalado miles de tiendas y puntos de venta donde se comercializan principalmente alimentos y artesanías.

Una de ellas está ubicada camino a Nueva Imperial, a 16 kilómetros de Temuco, en la Fundación Chol Chol, donde venden productos elaborados por artesanas mapuches de la región, especialmente textiles tradicionales.

“Como fundación damos apoyo a que productoras mapuches tengan un espacio donde comercializar aquello que producen. Por una parte es un espacio comercial, por otra, es un espacio de desarrollo integral para las mujeres y para sus familias. Comercio justo es mucho más que comprar y vender, es establecer una relación de largo plazo, desde una mirada comercial, pero mucho más integral, centrada en los productores”, señala Ríos.

Entre los objetivos del comercio justo está colaborar en la capacitación de los productores en la comercialización de sus productos, sin depender de intermediarios, lo que les permitiría obtener un mejor precio. Un problema que aqueja a muchos de las y los recolectores, artesanos y pequeños agricultores de Chile. Un caso paradigmático es el de las recolectoras de rosa mosqueta del sur de Chile. Durante la temporada de recolección de este fruto, cientos de mujeres y sus familias se vuelcan a los bosques a buscarlos y luego lo venden a intermediarios que, a su vez, los comercializan en las empresas que elaboran otros productos o los exportan. Son los intermediarios quienes semanalmente fijan el precio del kilo de rosa mosqueta y marginan sus ganancias. Las recolectoras no tienen ninguna relación con los destinatarios finales.

“A los intermediarios muchas veces en la región la gente los llama los conchenchos, que es este intermediario que se posiciona entre la empresa y el productor. Esa es una debilidad de los mismos productores, que es falta de capacidad organizativa que se tiene para armar otros tipo de procesos comerciales más asociativos que permitan no depender de este intermediario que margina una parte del precio que hay entre el productor y la empresa que es la que finalmente compra (…) Las características de ese rol empresarial también es distinto cuando hablamos de una economía distinta, como la economía solidaria”, expone Pablo González.

Otro de los pilares de este modelo es el cuidado del medio ambiente y construir un vínculo entre el trabajo y la naturaleza. Un objetivo que pone en práctica Cristina Doty, socia de Herbal Chile, una empresa que comercializa hierbas medicinales de la zona, aplicando los criterios de comercio justo.

“Son 100 % naturales, nos preocupamos mucho de la calidad, no usamos ningún producto agroquímico y nos preocupamos de las fuentes de agua”, enfatiza la empresaria y agrega que también se preocupan por las condiciones laborales y de comercialización.

Pero para que exista comercio justo, deben existir consumidores responsables. Como una forma de educar en el consumo, las tiendas de comercio justo ponen etiquetas en los productos donde se señala cómo se hicieron, quién los hizo y su origen.

“Uno de los pilares de comercio justo es que cuando tenga un producto en mis manos pueda tener antecedentes de quién es y cómo fue elaborado. Muchas veces no tenemos idea de cómo ese producto fue elaborado. En la Fundación tenemos una etiqueta en los productos donde está el nombre de la artesana, con qué lo tiñó, porque son tinturas naturales, y de qué comunidad viene. Es muy lindo cuando nos llega un e mail de cualquier parte del mundo y le dan las gracias a la señora. Le contamos a las artesanas y eso tiene un tremendo valor porque lo que ella está poniendo es su vida en un producto”, cuenta Pamela Ríos.

Si bien en Chile no se ha desarrollado el comercio justo como en Europa, desde 2006 existe la Red de Comercio Justo y Solidario que agrupa a organizaciones rurales y urbanas desde el Bío Bío hasta Valdivia y que intentan posicionar estos conceptos, tanto en la práctica como en la academia con el fin de integrarlo a la educación de los futuros economistas e ingenieros para que algún día, nuestras relaciones comerciales se basen más en las personas que en el dinero.